La disciplina es la capacidad de pasar a la acción aunque no tengamos motivación.
La disciplina personal es hacer lo que deberías hacer, cuando deberías hacerlo, tanto si te apetece como si no. Por medio de la disciplina personal se logra un mejor aprovechamiento del tiempo, una mejor alimentación, una buena salud, una mejor relación con nuestros seres queridos y en general se alcanzan metas que nos hacen crecer como personas.
Se trata de un recurso personal, por lo tanto, podemos desarrollarlo. Con una mayor disciplina tendremos la capacidad de pasar a la acción más rápido y con menor esfuerzo.
El compromiso es la gasolina de tu disciplina. No hay mayor libertad que saber que soy capaz de persistir hasta lograr mis mayores sueños y metas. Cuento conmigo, soy mi mejor aliado, y con la ayuda de Dios, puedo ir de victoria en victoria, aun cuando los retos quieran frenarme.
La disciplina es como un músculo, si no se ejercita, se atrofia.
1.- Aceptación – saber qué nivel de autodisciplina tenemos, de que somos capaces y de que no.
2.-Fuerza de voluntad – la capacidad de actuar con energía en un momento determinado.
3.-Trabajo duro- la capacidad de hacer lo que es difícil y retador.
4.-Laboriosidad- la capacidad de realizar un trabajo.
5.-Persistencia- la capacidad de seguir adelante cuando perdemos la motivación.
Importante: si lo que haces no te motiva pero nada de nada, en ningún momento, en ningún caso, bajo ningún concepto……entonces lo que sucede es que no te gusta lo que haces y ahí tienes otro problema distinto al de la disciplina. Busca alternativas.
Tener disciplina y tener actitud, van de la mano. La persona que es disciplinada, consigue vivir su vida conforme a sus valores y deseos.
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