La salud no siempre viene de los genes o los buenos hábitos, la mayoría de las veces se genera desde:

1. La paz mental. La paz en el corazón y en el alma. La paz mental es un equilibrio estable al que consigues volver después de las experiencias negativas o a pesar de ellas. Lograr el equilibrio es una tarea constante, he aquí algunos pasos que te ayudarán a alcanzarlo:
2. Simplifica tu vida. Ten menos cosas por las que preocuparte, debes pensar siempre en que calidad es mejor que cantidad.
3. Piensa en el presente. Concéntrate en el aquí y en el ahora y disfrútalo.
4. Se agradecido. Mira el vaso medio lleno y no el medio vacío. Se agradecido contigo mismo, con tu familia, con las personas que te prestan algún servicio.
5. Viene con la risa. La risa es una emoción que puede ayudarnos en nuestras relaciones con las personas más cercanas, algo importante cuando nos sentimos bien, pero clave cuando tenemos problemas. Las relaciones duran más cuando nos reímos juntos.

Brinda una sonrisa y lograras cambiar el estado de ánimo de los demás y principalmente el tuyo. Una sonrisa siempre transmite calma, seguridad y amor.

3. Viene con el amor. El amor es el sentimiento supremo. Desde luego debemos empezar por amarnos y aceptarnos a nosotros mismos, para poder así amar a los demás. El amor es sentir respeto, conexión y libertad. Uno puede decir que ama cuando se siente feliz cumpliendo su misión.

Hay alimentos saludables imprescindibles, que nos proveen de más energía y los cuales no vienen en  un plato balanceado:

• Las calorías de: un abrazo fuerte.
• Las proteínas de: un beso pausado.
• Los omegas de: un aquí estoy.
• La dopamina que genera inmediatamente un: te ves increíble.
• El anticancerígeno de: la honestidad y la fiel compañía de los amigos y familiares.
• Siempre acompañados por los antioxidantes que no vienen exactamente en el vino de una copa si no de la conversación con esa persona especial que te escucha y te hace sentir que es el momento correcto para ambas.