La aceptación de uno mismo significa una satisfacción gozosa de ser quien soy.

LAS PERSONAS QUE SE ACEPTAN A SI MISMAS:

  • Son personas felices, siempre tienen buena compañía. Si los demás los critican o no los quieren, estas personas piensan que se trata de un problema de comunicación.
  • Se acercan a los demás con mayor facilidad. Tienen confianza en que serán del agrado de los demás. Sin embargo también disfrutan y aprecian los momentos de soledad.
  • Siempre están dispuestos a ser amadas y halagadas. Aceptan amor de los demás con amabilidad y gratitud.
  • Pueden reírse de ellas mismas. Ser capaz de admitir y reírse de la propia fragilidad y desatinos, requiere de una seguridad interior que solo nace de la aceptación de uno mismo.
  • Tienen la capacidad de reconocer y satisfacer sus propias necesidades. Están facultados para amar al prójimo de un modo espontaneo y natural.
  • Son seguras de sí mismas, aceptan el reto de ser asertivos, respetuosos, y a expresarse abierta y honestamente.

Dios mandó a cada uno de nosotros al mundo para cumplir una misión específica con un acto especial de amor para ser conferido. Cada uno de nosotros está totalmente equipado para cumplir su misión, y tiene justo los dones adecuados para entregar su mensaje.

Conclusión: La verdadera aceptación consiste en reconocer algunas verdades dolorosas acerca de nosotros mismos. Al aceptar y encarar nuestras limitaciones veremos con claridad el rumbo de nuestro futuro desarrollo y crecimiento

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